El eje de la acción viene marcado por la dirección de las miradas de los personajes y es muy importante porque determina dónde podemos poner la cámara para mantener de forma coherente el punto de vista que tiene el espectador y la configuración que se hace del espacio. 

Así, el primer paso que seguiremos cuando queramos rodar una escena determinada será identificar nuestro eje de la acción y situar la cámara, o las cámaras, en un solo lateral de dicho eje. 

Para evitar el salto del eje debemos seguir “la regla de los 180 grados”, que aconseja que, al situar una cámara podemos moverla a lo largo de 180 grados dentro de un lateral del eje de la acción, evitando cruzarlo para no romper la continuidad espacial de la acción, es decir, el espacio que los espectadores organizan dentro de su cabeza.



TRUCOS PARA SOLUCIONAR EL SALTO DEL EJE.

Si durante el rodaje nos hemos saltado el eje en algún momento y queremos editar los planos evitando este efecto, existen algunos trucos útiles:

  • Intentar interponer un plano recurso entre los dos planos que inicialmente son consecutivos, siempre que la narración lo permita y que dispongamos de dicho plano.
  • Intentar insertar un plano detalle para que el espectador se olvide durante un momento de la dirección de las miradas.
  • Intentar modificar el orden de los planos, siempre que los elementos que aparezcan en él y su orden nos lo permitan.
  • Intentar invertir la escena reflejando la imagen de uno de los dos planos, fijándonos siempre en que no haya ningún elemento del plano o del personaje que desvele el truco: texto escrito, objetos no simétricos, elementos de decoración, pulseras, pendientes o relojes del personaje, tautajes... 


EJEMPLOS DE ERRORES EN EL EJE DE ACCIÓN:

En "Daredevil" (2015) de Drew Goddard se rompe la ley del eje durante una conversación entre los protagonistas, provocando el desconcierto en el espectador de la escena.