En la película "El hombre tranquilo" (1952), de John Ford, una inadecuada elección a la hora de realizar el montaje de la película lleva a apreciar un grave salto en la acción (0:11). Sin embargo en otro momento de la misma pelícual,el director utiliza el cambio del ángulo en la posición de la cámara, así como la modificación del tipo de plano empleado, para poder cortar el diálogo sin cambios bruscos.